domingo, 29 de marzo de 2009

ROSAS Y MIRTOS

ROSAS Y MIRTOS


Diosa del amor, bella Afrodita,

envía a tus palomas a mi casa

para que recojan las rosas y los mirtos,

que de tanto llorar languidecen,

siendo como son, flores enamoradas,

que reposan en el más bello jarrón

del que no pueden huir,

porque ningún Dios del Olimpo

asó embellecerlas con piernas,

para, así, poder disfrutar en libertad

por los más olorosos jardines

del parnaso real o imaginario,

que a veces, los poetas inventamos,

en ésos días cargados de angustias o de alegrías,

producto de quereres impasibles,

que la imaginación hace reales

cuando la auténtica realidad recrudece,

lo íntimo, lo sagrado, lo oculto,

lo tangible, lo divino, lo más bello,

que nada ni nadie pudo igualar:

El amor sincero, que nace en lo profundo,

en el alma del corazón, aunque a veces,

como las rosas también tenga espinas,

si se aceptan éstas…

¿por qué no aceptamos las espinas de los humanos?

Me gustaría ser Circe, para dotar de pies y manos

a las olorosas flores del jardín de mi memoria,

para que pasearan radiantes

por el valle de tu cuerpo.

Mª del Carmen Estévez
.

miércoles, 25 de marzo de 2009

CARRUSEL DE DOMINGO

El carrusel del domingo,

el que nunca tuve en mi infancia,

porque en un pueblo olvidado

y en una casa de buenos

pero pobres ciudadanos,

la ciudad estaba lejos

y también los adelantos,

solamente la ilusión

de los que otros contaban

avivaba la emoción

de un carrusel de montaña,

que descubrí, ya muy tarde,

pasando los diecinueve,

cuando en un Madrid gigante,

se me amontonaban daños,

dejando lejos, muy lejos,

aquellos mis primeros años

de inocencia y pesadumbres,

de ilusiones sin reparo,

que fueron creciendo fuertes

con el pasar de los años ,

y recordaba con pena,

la muñeca que gozaban

los ricos de aquel mi pueblo

que nunca tuve en mis brazos,

y un día,,. cuando no me lo esperaba,

la muñeca de mis sueños

llegó una noche de Reyes

de las manos de mis hijos,

ilusiones ya pasadas,

que vuelven con sus miradas

al carrusel del domingo,

que nunca tuve en mi infancia.


M CARMEN ESTEVEZ.