lunes, 8 de junio de 2009

Una mañana de invierno

UNA MAÑANA DE INVIERNO


(Cuando el hielo mate todas las rosas,
píntame una, con muchos pétalos)





Una mañana de invierno,
cuando el sol perezoso no aparece,
caliento mi cuerpo con un sabroso café
y mi alma con un rosario de besos
de ayer tarde, húmedos y sonoros,
que permanecen como una reliquia
pegados a mi piel palpitante.

En mi imaginación
coloco en cada uno un pétalo de rosa,
para fabricarme un vestido
aromático y colorista
que cubra cada resquicio de mi piel
y cuando ya no quede ningún lugar virgen,
tendrás que desnudarme poco a poco,
para poder depositar
en ése pequeño espacio
otro beso que me darás mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario