Columpio

Hoy, el Cielo, se ha tomado un respiro,
no llora lágrimas de lluvia
benefactoras cosecheras de pan de verano,
los chopos se agitan bailones al ritmo del viento,
un gorrión en un columpio infantil
balancea su gris plumaje,
llamando al amor.
Yo, aquí, divisando el ir y venir
de la recurrente naturaleza,
bebiendo un café en soledad,
mientras mi mente quiere ahuecarse
de tristes pensamientos.
Rememoro el cercano ayer
cuando las pieles, curtidas en estaciones,
reverdecen al regalo de la nueva primavera,
que con lluvia de sudor
hacen crecer las ilusiones,
cuando perfumamos nuestros cuerpos
con el aroma de las caricias
engendradoras de placeres,
¡unas horas… solo unas horas…
pero eternas en el tiempo,
hasta que oiga tu voz!
El columpio, tiene ahora
dos pájaros arrulladores,
mañana, el nuestro…tendrá dos almas
moviéndose al viento.