jueves, 27 de mayo de 2010

Quimeras,
¿sólo quimeras?


El cenicero permanece vacío,
el aroma del tabaco se esfuma
como lo hace tu silueta tras un rato
en mi compañía,
echo perfume para aromatizar
el humo, que mañana
desprenderá tu cigarrillo
y mi mente vislumbra volutas etéreas
que se difuminan
como el carboncillo sobre el papel,
dibujando paisajes idílicos,
que -mucho me temo- serán eso,
realidades que germinan en mi mente
que nunca serán ciertas ni felices.
Acaricio el sillón,
que utilizaste hace unas horas
divago en una posibilidad
que tú haces imposible,
añoro tus caricias, deseo tu compañía,
escucho tus palabras, ansío tus momentos,
espero un mañana cuajado de ahoras.
Rezo, lloro, suspiro
y deseo seguir queriéndote
en los amaneceres, en las tardes,
cuando sale el sol, cuando se oculta,
cuando estás conmigo,
cuando nunca te hayas ido.
A veces… ¡cuánto cuesta soñar!
pero… ¡es lo que tengo!


.

1 comentario: