martes, 6 de octubre de 2009

Copuladoras en vuelo


(Siempre hay un día
para amar o sufrir)

Quisiera desaparecer,
abandonar a mi compañera soledad,
mientras las estrellas alumbran mi penumbra,
oír el canto de de la sirenas,
hacerme una corona de caracolas,
cruzar las espumas de Neptuno,
dar la mano a las almas navegantes,
hundirme en los mares azules,
beber todo el agua del océano,
y salarme poco a poco,
hasta convertirme en estatua de sal,
con la que decorar la avenida,
para ser aposento de las gaviotas,
-copuladoras en vuelo-
cuando extenuadas, posen sus patas en mi cabeza,
durante el paseo nocturno de los enamorados,
que harán sus “fotos” con flases brillantes,
después, regresarán a sus hogares,
y solo, cuando rebelen el carrete,
comprobarán, sorprendidos,
unas lágrimas salinas, en la blanca estatua.

1 comentario:

  1. Si no existieran el amor y el sufrir, que en ocasiones van al unísono, la vida carecería de cosas importantes.
    Para que haya vida tiene que llover (llorar)y tiene que haber luz (amor)
    desgraciadamente cuando llueve no suele verse el sol.
    Solo tenemos que esperarlo, que ya volverá.
    JOSMAN.

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